El acuerdo con las FARC es un paso más en un trabajo muy grande que no cesa. Votaré SÍ en el plebiscito porque creo que este acuerdo nos pone en el camino correcto. El acuerdo no es perfecto ni va a obrar magia en nuestra convivencia ciudadana, antes bien, constituye un reto enorme para nuestras capacidad de convivir, respetar, cohabitar con las diferencias. Nos invita a imaginar una vida compartida con las vidas que nos parecen más ajenas, con los otros que nos parecen más lejanos. Inicia la conversación más importante que podemos tener, démonos esa oportunidad.